Mi alma es tu voz,
murmullos de poesía en este escenario de locura, sifonía atroz de
tus lamentos mudos. El vacío llena cada trago de dolor, con el
silencio de de fondo y la esperanza suspirando por tu amor. Hoy el
amor se hace fuerte y los suspiros quiebran. Escúchalo bien que tu
voz susurra en mis adentros, como los ecos de un clamor olvidado. Hoy
el amor se agranda en los reflejos de tus ojos, donde el espejo de tu
mirada ilumina mi alegría. Tu alma, ese volcán que estalla de
sentimientos, es un suspiro que rebota en el firmamento. Tu alma, esa
estrella que deslumbra a la luz, es un silencio que enciende
pasiones. Esa que se hunde produndamente en mis sueños, tuya mía de
los dos, juega a ser voz en los murmullos de poesía en este
escenario de locura. Ni el dolor, ni la nostalgia conseguirán
disfrazar la emoción, porque contigo nace mi ilusión. Ni el dolor,
ni la nostalgia, testigos ausentes de tu fuerza, conseguiran
enturbiar el destino. De tu voz en un susurro, sinfonía atroz de tus
lamentos mudos. Mi alma es el instrumento que con tu piel en mis
dedos, rozando mi nombre con caricias de pasión, se hace música. O
mejor aun... poesía. Porque somos granos de arena que se hunden en
el mar, corazones sumergidos en vidas vacías. Somos el mar que
irrumpe en olas el murmullo del pensamiento. Después de tantos
pesares, después de tantos lamentos sonará la música. Después de
tantos pasares, de tu paciencia quebrada, el clamor se hará olvido.
Será la magia de una voz encerrada en el alma que da aliento a
nuestro existir. Y explotará, música o melodia, alma o voz errante,
silencio o alegría en la ausencia presente de ti en mí, en los ecos
que produces en mí, de aquí a la eternidad como huella o estela de
tu alma en mí.
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